miércoles, 10 de diciembre de 2014

Carta a un periódico

Estimadas periodistas,

Les escribo para agradecerles por la gran labor que desarrollan en el periódico Mi Zona (calle 60 a la 100 entre cerros y autonorte). Es necesario tener este tipo de medios locales para fortalecer los lazos comunitarios y la confianza entre vecinos.

(El artículo): 

Por otra parte, me gustaría aprovechar para comentar acerca del artículo que le publicaron al señor Mauricio Varela Ucros en la semana del 5 al 11 de diciembre de 2014 titulado "La Séptima está en caos" y poder hacer algunas precisiones que me parecen pertinentes con miras a generar un verdadero debate civilizado y democrático entre ciudadanos.

El señor Varela hace una serie de afirmaciones que me gustaría controvertir pues no creo que se ajusten del todo a la realidad urbana de la ciudad de Bogotá y sus habitantes.

Yo también vivo en la zona de influencia de la Carrera Séptima (calle 64) y aunque el tráfico es significativamente alto por este corredor vial, el tráfico mejoró sustancialmente después de la puesta en marcha del carril exclusivo para buses. Me baso en diversos factores para tal afirmación: Contrario a lo que dice el señor Varela, la implementación de buses duales con paraderos definidos ha incidido significativamente en el aumento de cultura ciudadana pues los ciudadanos ahora tenemos la oportunidad de tomar los buses en paraderos, hacer fila y no tener que cruzar a las duras y maduras en medio del tráfico vehicular para alcanzar la puerta de entrada del bus. Por otra parte y contrario a la mediocridad que caracteriza esta alcaldía, se implementó un plan de comunicación en el cual está claramente indicado cómo funciona el carril en casos como los que menciona el señor Varela a la hora de entrar o salir de un parqueadero particular. En mi caso personal, he sido juicioso y siempre me bajo, tomo un taxi o me subo a un carro en la calle 65 para evitar caos sobre el carril de los buses tal como lo propone el plan de movilidad que fue socializado en volantes.

Además de esto, Varela hace una afirmación que pone en entredicho su argumento pues al decir que "el trancón es enorme a todas horas mientras el carril de los buses está más desocupado" no tiene en cuenta el factor de efectividad del tipo de transporte. Hay un 72% de carros particulares y un 27% de transporte público colectivo circulando sobre la vía; sin embargo, este último sobrepasa por casi el doble el número de personas transportadas a diario*. En ese sentido, tengo la necesidad de informarle al señor Varela que ese carril no está desocupado sino que es más eficiente y por eso está la mayor parte del tiempo vacío. Además de esto, la existencia de un carril exclusivo aumentó la velocidad del transporte público, lo cual posiblemente ha mejorado la movilidad de la mayoría de la población.

En ese sentido, el orden lógico de las cosas sería que esa gente desesperada por los trancones se bajara del carro y le diera una oportunidad a los sistemas masivos de transporte... allá ellos si lo intentan (frente a esta afirmación, tan solo he escuchado argumentos clasistas, excluyentes y francamente ridículos acerca de cómo funciona el transporte de las ciudades, pero no viene al caso profundizar en eso). La prioridad en cuanto a movilidad debe ser el transporte público colectivo (pues beneficia a muchísima más gente) y en ese orden de ideas, lo lógico es crear carriles exclusivos que le den prioridad a la eficiencia. Contrario a lo que el señor Varela afirma, no es lógico darle más vías al trancón que genera el transporte privado individual y poco efectivo, en detrimento de la capacidad de transporte de los buses duales de Transmilenio.

Aunque estoy de acuerdo con las afirmaciones de Varela en relación con la falta de sincronización semafórica en muchos de los cruces del norte de la carrera séptima, me atrevo a lanzar esta hipótesis: ellos colapsan por el obsoleto sistema de contraflujo que fue instaurado hace más de quince años (Lo que ocurre en la 92-94 es producto de la locura de las calles cambiando de sentido), que le da prioridad al transporte vehicular individual y que poco se ajusta a las necesidades de la ciudad.

Por último, quisiera saber cuántos derechos de petición y solicitudes a movilidad ha enviado el señor Varela quejándose del nuevo carril, pues al saber este número, me tomaré la molestia de escribir la misma cantidad, pero solicitando la implementación de más corredores viales exclusivos para medios de transporte efectivos y que de paso desestimulen el uso del carro particular.

Cordial saludo,

J.

viernes, 6 de julio de 2012

Habitantes de la calle y ladrones

Los ladrones de la décima son un enjambre de delincuentes con una impresionante estrategia organizacional. Después de las imágenes televisivas, de esta semana, que muestran su complejo funcionamiento, la gente ha comenzado a hablar de la peligrosa 'limpieza social'.

En una reacción, que no es nada sorpresiva, la gente empieza a incluir a los gamines, los desechables, los pordioseros, los habitantes de la calle como parte del problema. A propósito de esto, me gustaría recordar una declaración del General Orlando Páez Barón en relación con el problema de seguridad en Bogotá y los lugares donde ocurren los atracos. Él dice: 'son lugares sucios, con presencia de habitantes de la calle eventualmente (sic)' (min 0:36: http://www.youtube.com/watch?v=yi_tbFerTgg).

No mezclemos manzanas con naranjas. Los habitantes de la calle no son los atracadores que se ven en los videos. No son los que trabajan en grupo y que en gavilla, ponen en peligro la vida de los ciudadanos. Las ciudades siempre han tenido habitantes de la calle y siempre los tendrán. El concepto mismo de ciudad como una concentración de seres humanos en un area que se debate entre el espacio público y privado determina que algunas personas vivan en la calle. Y como cualquier ciudadano son personas que tienen la opción de escoger entre la legalidad o la ilegalidad. Es decir, hay buenos y malos habitantes de la calle.

Frente a las burradas que dicen los altos mandos de la policía metropolitana es necesario preguntarse como ciudadano si la seguridad debería estar en manos de gente que basa sus estrategias en objetivos errados. Aparecen atracadores, organizados, vestidos con camisa limpia y tenis caros, pero una de las mayores preocupaciones de mis generales y coroneles de la policía es la presencia de habitantes de la calle... plop!

Nunca me he sentido más seguro en Bogotá que cuando me fumaba un cigarrillo a la medianoche en un andén de la avenida Jimenez junto a John, el habitante de la calle que se la pasaba por ahí. Nunca me amenazó con un cuchillo o vino con sus amigos a robarme, lo máximo que me pidió fue una moneda para su vicio y dándome las gracias me dijo, 'fresco mi perro que usted en esta cuadra está protegido'.

Ahí les dejo una foto de un habitante de la calle muy especial en Suecia, para los que creen ciegamente en la relación habitante de la calle e inseguridad: http://www.flickr.com/photos/rjazzar/5978868655/

martes, 6 de abril de 2010

First floor (second floor for some people) of La Florida Hot Chocolate and Bakery.


Surely, the ground floor of "La Florida Hot Chocolate and Bakery" is highly recognized by Bogota´s citizens.

However, the real beautiness of the place is located in the first floor, where the experience of drinking hot chocolate becomes a 19th century trip. The address is "Carrera 7 con calle 21". No bookings needed. The waitering service is superb.